ARTE EGIPCIO

VIDEORRESUMEN ARTE EGIPCIO

MASTABAS Y PIRÁMIDES

HIPOGEOS





1. LA ARQUITECTURA. LA TUMBA Y EL TEMPLO.

UN DON DEL NILO:

El Nilo fue la principal vía de comunicación que atravesaba el territorio faraónico y la frontera natural entre los vivos y los muertos. Los egipcios residían en la orilla derecha, por donde despuntaba el sol, y se enterraban en el margen izquierdo.

Todos los veranos, un Nilo desbordado inundaba el valle y el delta. Transcurrido este tiempo, las aguas volvían a su cauce, dejando los campos fertilizados para sembrar el cereal y el lino, productos básicos en la dieta alimenticia y en la textil del país

Este carácter cíclico de la renovación de las aguas y del Sol inculcó a los sacerdotes la certeza absoluta de que el difunto, tras la muerte volvería a vivir.


LA TUMBA:

Los egipcios construyeron 3 tipos de tumbas para sus faraones: la mastaba, la pirámide y el hipogeo.

En el periodo protodinástico surge la mastaba (palabra árabe que significa “banco”). Se trata de una sepultura de planta rectangular y estructura trapezoidal provista de cuatro partes: un pozo que desciende a la cámara funeraria, una capilla y una falsa puerta.

A partir de las dinastías
III y IV del Imperio antiguo aparecen las pirámides. Desde un punto de vista estructural, primero fueron escalonadas, luego acodadas y, finalmente regulares. Los griegos les dan el nombre de pyramis.

Las pirámides fueron sustituidas durante el Imperio Nuevo por el hipogeo o conjunto de cámaras sepulcrales perforadas en la roca. El traslado de la capitalidad de Menphis a Tebas permitió que se habilitase la triple necrópolis del Valle de los Reyes, Valle de las Reinas y Valle de los Nobles.

La primera pirámide construida en piedra es la del faraón de la III dinastía, Zoser, levantada por su arquitecto Imhotep en la zona desértica de Sakkara.

La transición hacia la pirámide perfecta se produce con la pirámide acodada de Snefru en Dashur; y con las regulares con pendiente recta, de Keops, Kefren y Mykerinos.

La gran pirámide de Keops, presenta las características inherentes a estos edificios. El complejo arquitectónico y ceremonial que la rodea se inicia en el “Templo del Valle”, donde era recibida la momia del faraón. Luego, la procesión fúnebre discurría por la misma calzada que se utilizó para transportar los materiales a pie de obra. En la cara oriental de la pirámide se eleva el templo funerario.

Según Heródoto, las obras duraron veinte años, trabajando permanentemente artistas especializados y colaborando el pueblo con cien mil obreros durante la estación en la que los campos estaban inundados y la agricultura no absorbía empleo.


EL TEMPLO:

Fue el logro arquitectónico del Imperio nuevo. Las dinastías de los Amenofis, Tutmosis y Ramésidas construirán obras autónomas de gran belleza y monumentalidad.

El clásico constaba de una avenida de esfinges o de carneros que desembocaban en la puerta de entrada, flanqueada por pilonos. Delante se erigía el obelisco y las estatuas del faraón. Una vez dentro del recinto cerrado, se disponían en eje longitudinal el patio y varias salas hipóstilas de uso sacerdotal, que conducían a las capillas.

La iluminación se va haciendo opaca, hasta el punto de reinar las tinieblas en la capilla. Solo un rayo de sol rompía la oscuridad, al caer por una tronera sobre la estatua divina.

En su evolución arquitectónica se dieron cita tres tipos: El templo al aire libre, el semiespeo (excavándose parte en las rocas) y el espeo (totalmente rupestre).



2. FORMAS Y CARACTERÍSTICAS DE LA ESCULTURA Y PINTURA

Los egipcios buscaban el canon ideal de belleza del cuerpo humano, lo que les convirtió en precursores de los griegos. 

En su elaboración sintetizaron tres conceptos: la armonía de las proporciones, la ley de la frontalidad y la visión rectilínea. Estos fundamentos se consideraban de origen divino.

Los egipcios partían de que la belleza era una idea que tenía que someterse a un razonamiento deductivo propio del rigor matemático. Según este proceso intelectual, el cuerpo humano debía estar armónicamente proporcionado, ofreciendo un acorde perfecto entre sus partes. La longitud perfecta del individuo eran dieciocho puños.

La Ley de la frontalidad consistía en representar recta la línea de los hombros y las caderas. Ello permitía dividir verticalmente la figura en dos mitades sin desviarse del eje central. Todas las esculturas del imperio antiguo, están dominadas por los principios fundamentales del canon y la ley de la frontalidad.

La visión rectilínea afecto solo al relieve y a la pintura. El relieve de Hesiré, prefecto de los escribas del rey Zoser, demuestra con claridad como en el tercer milenio A.c. los artistas tenían perfectamente sistematizado el canon armónico de dieciocho puños, la ley de la frontalidad y la visión rectilínea.

El faraón cismático Amenofis IV intentó implantar el culto monoteísta al disco crepuscular Atón.

Las figuras se hacen entonces más alargadas y naturalistas, como proclaman los relieves y las pinturas de sus familias y el bellísimo retrato de su esposa Nefertiti, realizado por el escultor Tutmés. Pero los conceptos convencionales no han cambiado.

Los ramésidas observaron igualmente la tradición, según se advierte en la cámara de ofrendas de Nefertari, el valle de las reinas Tebano.

Los materiales utilizados fueron: basalto, granito, caliza y madera; y la policromía quedó estandarizada en pieles tostadas para los hombres y amarillentas pálidas o rosadas para las mujeres. Las pelucas eran negras, y las vestimentas, blancas.

1 comentario: