Comentarios arte paleocristiano y bizantino



1. BASÍLICA DE SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA
2. COMITIVA DE SANTOS DE SAN APOLINAR EL NUEVO
3. VIRGEN HODEGETRIA
4. EL BUEN PASTOR (CATACUMBA DE SAN CALIXTO)
5. CATACUMBA DE VIA LATINA
6. MIGUEL VI, POSTERNADO ANTE EL PANTOCRÁTOR
7. JUSTINIANO Y SU SÉQUITO
8. CRISTO COSMOCRÁTOR (RÁVENA, ITALIA)
9. CRISTO COMO MAESTRO, LA ORANTE Y VIRGEN CON EL NIÑO
10. BASÍLICA DE SANTA SABINA
11. CRISTO PANTOCRÁTOR (IGLESIA DE LA MARTORANA)
12. EMPERATRIZ TEODORA Y SU SÉQUITO

1. BASÍLICA DE SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA

Se trata de una obra de Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, durante la 1ª Edad de Oro bizantina, inaugurada por Justiniano I. Su construcción se lleva a cabo entre 532 y 537. Está situada en Constantinopla, capital del Imperio Bizantino y actual Estambul.
Consta de una planta central, casi cuadrada, que se divide en tres naves longitudinales. La nave central es, por lo tanto, más ancha y alta. Como también elemento característico de la basílica, se manifiesta la estructura jerárquica de la iglesia en el espacio interior, creando zonas como el presbiterio para el alto clero, mientras que el clero menor se situaba en el centro de la nave mayor, en un recinto separado por pretiles.
Esta basílica está precedida de un atrio o patio porticado, de este lado porticado y adosado a la fachada de la basílica se sitúa el nártex.


El transepto no sobresale de las naves laterales en la planta. Su efecto simbólico, a pesar de ello, sería indudable: la planta tendría forma de cruz griega, símbolo de la pasión de Cristo.
En sentido transversal se añaden dos enormes contrafuertes. Al este y al oeste, su enorme empuje se distribuye sobre medias cúpulas de diámetros iguales (33 m), sustentadas por pilares dispuestos octogonalmente y contrarrestados a su vez por tres nichos que se abren en arcadas entre ellas. En los otros dos lados, al norte y sur, los empujes están contrarrestados por dos
arcos que actúan a modo de contrafuertes exteriores, cerrados por dos filas de columnas y ventanas.
Una serie de dependencias laterales rodea este enorme espacio: naves laterales con galerías altas, que forman salas independientes desde donde la corte y los altos funcionarios asistían a las ceremonias que se celebraban en el grandioso templo. Al fin de aligerar el peso de la cúpula, los arquitectos de Santa Sofía adoptaron el sistema de construirla con anillos de ánforas engarzadas en gruesos lechos de cemento y con un sistema de tejas blancas esponjosas fabricadas en la isla de Rodas.

Exteriormente, la gran cúpula central no aparenta la importancia de la obra, pues está disimulada por un tambor cilíndrico que la cubre hasta una tercera parte de su altura, sobre el que se abren las 40 ventanas que dan la vuelta a la zona inferior del gran casquete esférico, sirven para iluminar el interior y al mismo tiempo para descargar el peso de la misma. En el interior este círculo de ventanas crea un nimbo de luz que parece sostener misteriosamente la cúpula en el aire. Frente al Panteón de Agripa romano, ésta se apoya sobre una superficie cuadrada, a la que se une mediante pechinas.
La estructura de ladrillo se recubre con placas de mármol, y la bóveda con mosaicos que debían de hacer más impresionante todavía aquel gran casquete lleno de colores; destruidos por los turcos las figuras angélicas y la imagen del Redentor, sólo quedan de su origen los cuatro serafines con alas múltiples que hay sobre las pechinas.
Aparece en las columnas un capitel típicamente bizantino que consta de dos cuerpos, ambos con forma de pirámide truncada invertida. El inferior lleva una decoración vegetal estilizada, de tallos revueltos, que pierde ya el naturalismo clásico y que está labrada con la técnica del trépano. El 2º cuerpo (superior) o cimacio, sirve para aliviar la carga sobre la delicada decoración del elemento inferior.


2. COMITIVA DE SANTOS DE SAN APOLINAR EL NUEVO

Obra: Comitiva de santos de san Apolinar Iglesia de San Vital de Rávena (Italia).
Género artístico: Mosaico. Decoración interior musivaria.
Cronología: s.VI d.C (547). 1ª edad de oro del arte bizantino.
Estilo: Arte Bizantino.
Otras obras: de la misma época son los Mosaicos de San Apollinar el Nuevo y San Apollinar in Classe, así como los de Santa Sofía de Constantinopla.

Comentario:

El arte musivario se caracteriza por el uso de pequeñas piedrecitas, llamadas teselas, de mármol o barro cocido policromadas para decorar las paredes de los templos. Las pequeñas teselas se unían en el suelo formando un paisaje o iconografías religiosas. Son herencia del paleocristiano ya que estos ya las usaban en los muros a diferencia de los romanos que las utilizaban para decorar los suelos. Como la pintura, la escultura o la arquitectura el arte musivario también tiene sus características como son la tendencia a la idealización, el uso del plano corrido o las figuras aisladas. El reflejo de la luz causaba un precioso efecto en los mosaicos y, el color predominante era el dorado.

Cada parte del templo estaba destinada a mostrar una iconografía diferente. En el ábside se representaba al Cosmocrátor y a la Theotokos. En los laterales de las naves se representaba la comitiva en procesión litúrgica y las escenas del antiguo y nuevo testamento. En la cúpula se mostraba la mano de Dios saliendo de una nube rodeada de profetas. Más abajo, en las pechinas, se representaban cuatro serafines.

Entre los siglos VIII y IX hubo una crisis iconoclasta en la que se dejaron de representar numerosas imágenes religiosas. Sería en el siglo X cuando se restablecen las imágenes. Hay una renovación de temas como son la resurrección del señor y la Virgen Hodegetria.

3. VIRGEN HODEGETRIA
Este mosaico se encuentra en el ábside de la Catedral de Torcello, en Italia, y pertenece al período bizantino, concretamente a la 2ª Edad de Oro Bizantino. Antes se había dado la 1ª Edad de Oro con Justiniano I, y seguidamente la crisis iconoclasta iniciada por Leon III.

En esta época los temas iconográficos se renuevan, su localización en el tiempo varía y las figuras pierden hieratismo, sufren cierto alargamiento y ganan en gesticulación. Triunfan los valores afectivos.

El Pantocrátor pasa a ocupar la cúpula, mientras que la virgen se mantiene en la concha de ábside. Tanto los centelleantes fondos dorados y azules como los modelos y sus actitudes influirán en la pintura románica y gótica.

Odegetria, Hodegetria, (literalmente; “Ella muestra el camino”). La Virgen María sostiene al Jesus niño a un lado suyo mientras le señala como la fuente de salvación para el género humano. En esta tipología, la Virgen sostiene a Cristo con su brazo izquierdo y los dedos de su mano derecha, claramente alargados, muestran que él es el camino de salvación mientras que el niño Jesús levanta su mano derecha en actitud de bendecir. El dedo índice y corazón están unidos como símbolo de las naturalezas de Cristo, y el dedo pulgar, cerrado sobre los otros dedos, significa la Trinidad.

Los atributos típicos de la Virgen Hodegetria son; una estrella en el hombro derecho y parte del manto azul que le cubre la cabeza. El borde del manto indica estatuto imperial, así como el trono que a veces incluye en la imagen. Las letras <<MP-OY>> son las primeras y últimas letras de las palabras griegas para <<madre de Dios>>. Que el niño aparezca a la izquierda de María, no solo es debido a una observación antropológica, sino que evoca el contenido del Salmo 44,10 <<A tu diestra está la Reina>>.

El icono más verdadero del tipo Hodegetria, considerado como el original, está exhibido en el monasterio de la PanaghiaHodegetria en Constantinopla, especialmente construido para albergarlo. El tamaño del icono es de 26,5 x 22,5 cm y presenta una técnica de temple sobre tabla y hojas de verdadero oro. Su autor es Aurora Prorelis.



4. EL BUEN PASTOR (CATACUMBA DE SAN CALIXTO)

La obra que a continuación vamos a comentar se trata de una pintura perteneciente al Arte Paleocristiano, que es conocida por el tema que representa, el "buen pastor" de la  Catacumba de Calixto (s.III), en Roma. 

La pintura tiene un fin didáctico: transmite verdades de tipo religioso. Es una imagen para la contemplación y la interpretación, su figura es plana, no se busca dar volumen ni profundidad y se pinta a base de manchas, con colores planos, es decir, sin gradaciones y no tiene naturalidad. Los colores que se usa son el Ocre, el rojizo y el verde.


Su iconografía representa a Cristo como buen pastor, con un cordero sobre los hombros como símbolo del alma del fiel, a la que salva. Al representar a Cristo nadie recordaba ya la imagen del Mesías pues los Evangelistas habían ocultado su descripción física.

La fuente literaria estaba en la catequesis de Lucas, cuando refiere la parábola de "la oveja perdida", que al encontrarla la pone sobre sus hombros lleno de alegría, mientras que el antecedente artístico residía a un tema clásico en el Moscóforo griego, al que cristianizaron sustituyendo el ternero por una oveja.

Por último, el cubo de leche que lleva el Buen Pastor alude a la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los corintios.



5. CATACUMBA DE VIA LATINA
En la primera mitad del siglo II, después de tener algunas concesiones y donaciones, los cristianos empezaron a enterrar a sus muertos bajo tierra. Así comenzaron las catacumbas.La imagen comentada es una tumba en el cruce de galerías de la catacumba de Vía Latina, en Roma, y data del siglo IV. En ésta podemos encontrar manifestaciones artísticas arquitectónicas, escultóricas y pictóricas. 
Las catacumbas, son excavaciones subterráneas que cuentan con una estructura laberíntica. Los materiales utilizados por las primeras expresiones del arte paleocristiano son muy pobres, por tratarse de una religión de minorías. Estos pueden ser argamasa, barro cocido o similar con los que se recubren las paredes de la catacumba y sobre los que se exponen pinturas y excavación sobre roca blanda. En el frontal del sarcófago encontramos esculpidas en el mármol motivos llamados de estrígilo separados por columnas Su composición es por lo tanto vertical y dinámica. 
Se puede destacar pictóricamente las primeras iconografías cristianas, tan importantes a lo largo de su historia, y con influencias de otras culturas. En la imagen encontramos frescos, con una función decorativa, pero sobre todo didáctica, no se le da tanta importancia a la representación en sí sino a lo que representa. Los colores utilizados son una gama de tonos cálidos. Así, en el centro del arcosolio encontramos la representación de un pavo real con las plumas abiertas, iconografía de la divinidad.

A ambos lados, unos jóvenes con un arco y ya en el exterior del arcosolio la representación también de dos figuras, que parecen ángeles, protegiendo la tumba. Y en el intradós del pasillo de la izquierda vemos a Daniel en el foso de los leones. En los arcos de medio punto hay motivos florales u orgánicos, con líneas curvas que acompañan sus formas estructurales. Alternan motivos cristianos y paganos pero todos los trabajos indican un elevado nivel en la representación artística.



6. MIGUEL VI, POSTERNADO ANTE EL PANTOCRÁTOR

Estamos ante un Mosaico del luneto sobre la puerta de acceso en la Iglesia de Santa Sofía , en Estambul ,Turquía. Nos muestra al emperador Miguel VI posternado ante el Pantocrátor.


Con los emperadores macedonios y comnenos la decoración musivaria conocerá un magnífico renacimiento entre los siglos X y XII: una "segunda Edad de Oro". Como podemos comprobarlo en el retrato del emperador Miguel VI(1056 - 1057), prosternado ante la imagen del Pantocrátor , en el que parece estar pidiéndole perdón por la recalcitrante herejía de sus antecesores.  Los temas iconográficos se renuevan, su localización en el templo varía y las figuras pierden hieratismo, sufren cierto alargamiento y ganan en gesticulación. La fase teológica que dominó el mosaico de los siglos V, VI y VII es sustituida, tras el paréntesis iconoclasta, por una corriente piadosa, en la que triunfan los valores afectivos.

Miguel VI, fue emperador bizantino de 1056 a 1057. Fue nombrado heredero poco antes de su muerte.
Durante su breve mandato, favoreció a la burocracia en detrimento de la aristocracia militar. Tras desairar a los principales jefes militares del Imperio en la primavera de 1057, se produjo una conspiración para derrocarlo, y el 8 de junio de 1057 fue proclamado emperador el comandante en jefe del ejército bizantino, Isaac Comneno . El ejército rebelde derrotó a los partidarios de Miguel VI el 20 de agosto de ese mismo año, cerca de la ciudad de Nicea.


7. JUSTINIANO Y SU SÉQUITO

Nos encontramos ante el mosaico de Justiniano situado en los laterales del ábside en la Iglesia de San Vital de Rávena, Italia, junto al de su esposa Teodora. Data del S. VI d.C (547) y pertenece a la 1ª Edad de Oro del imperio bizantino tras caer el imperio romano de Occidente.
Se trata de un retrato colectivo de Justiniano y su séquito captado frontalmente y donde existe la isocefalia (cabezas igualadas en altura).


El personaje destacado en el centro es Justiniano, que va precedido por dos altos dignatarios eclesiásticos, uno de ellos lleva el incensario y el otro el misal, y por el arzobispo Maximiano, que lleva una cruz, todas estas ofrendas aparecen ricamente decoradas con gemas, cabujones y esmaltes. Tras el arzobispo, en segundo plano, el banquero Juliano, que financió la construcción de la iglesia. Detrás del emperador hay dos altos funcionarios del estado con toga, el primero sería el general Belisario, conquistador de Rávena, al que Justiniano pisa en un gesto de superioridad. Cierra el cortejo la guardia personal del emperador con el crismón en sus escudos.

  Todos están individualizados, caras diferentes, peinados diversos, vestimentas variadas... Las pequeñas teselas se disponen en bandas de diferente resalte parar dar sensación de mayor profundidad y credibilidad realista a la escena, aunque el fondo sea neutro. La riqueza cromática resulta extraordinaria subrayando objetos como el escudo, los broches, anillos, sandalias, capas, corona, libros y destacando la cenefa que enmarca la escena.

La finalidad del mosaico es religiosa, y se consigue con el alargamiento de las figuras, su idealización, hieratismo, rigidez y aislamiento. Lo importante es resaltar la espiritualidad. Por otro lado, no hay perspectiva, el dibujo es plano, sólo los pliegues de la ropa simulan volumen. El frontalismo de las figuras y los fondos dorados refuerzan esa espiritualidad.

El emperador Justiniano (527-565) fue el protagonista del período de máximo esplendor del Imperio bizantino, la Primera Edad de Oro (siglo VI). Justiniano intentó revivir la gloria del antiguo imperio romano emprendiendo la conquista del Mediterráneo. Entre sus capturas se incluye Italia, donde se encontraba la ciudad de Rávena, que se convirtió, en el siglo VI, en la ciudad más importante del mundo bizantino en occidente. Fue la segunda capital del imperio y estuvo gobernada por el exarca, un auténtico virrey rodeado de poder. Es normal, por tanto, que allí se construyesen los más ricos edificios bizantinos de occidente: San Apolinar in Classe, San Apolinar el Nuevo y este de San Vital.



8. CRISTO COSMOCRÁTOR (RÁVENA, ITALIA)
LOCALIZACIÓN
Iglesia de San Vital, en la ciudad italiana de Rávena. Comenzada a construir en época ostrogoda, es encargada por el obispo Eclesio (522-532) y financiada por un banquero local (argentarius) llamado Juliano. A la muerte de Eclesio la construcción continua con el obispo Víctor (538-545). Los mosaicos del presbiterio y del ábside se comenzaron en 546 bajo el obispo Maximiano quien consagra la iglesia en 547, ya en el período de dominación bizantina.

A partir de mediados del siglo XIX y hasta la primera década del XX, se realizan obras para recuperar el edificio en su forma original eliminándose las estructuras internas añadidas y devolviendo el suelo a su nivel, solucionando el problema de las filtraciones mediante un sistema de drenaje.

ANÁLISIS

Los mosaicos de San Vital contienen un programa iconográfico muy completo. En la bóveda del ábside se halla representado Cristo, con el cabello corto y un nimbo en forma de cruz, entronizado sobre la bola del mundo y vestido con la túnica de púrpura. El Cosmocrátor representación de Cristo en Majestad sentado sobre el globo del universo y flanqueado de ángeles y santos; esta imagen recuerda el protocolo o etiqueta del emperador bizantino entronizado y rodeado de su corte. Se ubica en el ábside, por ser el lugar más importante de la iglesia; puesto que se da una jerarquización en las imágenes en su ubicación.


Sujeta en la mano derecha una corona y en la izquierda un pergamino. A su lado derecho, el arcángel Gabriel conduce a San Vital, vestido con traje de corte, dispuesto a recibir la corona del martirio que Cristo le ofrece; a la izquierda, se encuentra San Miguel con el obispo Eclesio, quien ofrece a Cristo una maqueta del templo. En lo alto de la escena se ven nubecillas alargadas y debajo del orbe vemos la tierra con flores, sobre la que se apoyan los arcángeles, el santo y el obispo y de la que brotan los cuatro ríos del Paraíso. Arriba se hallan las ciudades de Jerusalén y Belén.

El tema de las otras escenas del presbiterio es eucarístico en su conjunto. En el tímpano izquierdo del presbiterio, Abraham recibe a los tres ángeles bajo el roble, y se dispone a sacrificar a Isaac. En el sacrificio, el carnero vuelve la cabeza hacia Abraham, y la mano de Dios aparece entre las nubes mientras Isaac espera sobre el altar. 


9. CRISTO COMO MAESTRO, LA ORANTE Y VIRGEN CON EL NIÑO


Otra caracterización convencional que recibió fue la de Maestro: el guía que imparte la divina sabiduría, según se reconoce Cristo a sí mismo en el evangelio de San Mateo. En esta versión docente se le representa como un filósofo romano enseñando a sus apóstoles y discípulos. Simultáneamente se pinto a la Virgen como madre, sentada con el Niño en el regazo, y a la iglesia como Orante con los brazos extendidos, aludiendo a la plegaria universal de toda la cristiandad.



10. BASÍLICA DE SANTA SABINA
Se trata de la Basílica de Santa Sabina construida en el siglo V, de estilo paleocristiano, fue construida por el sacerdote Pedro de Iliria. La planta del templo es rectangular, presenta atrio nártex, tres naves divididas por columnas, transepto y ábside.
Está dividida en 3 naves paralelas, separadas por filas de columnas, sobre los que se apoyan arcos de medio punto. Tiene un segundo nivel en el que se abren ventanas.
En el extremo de la nave central se sitúa el ábside, semicircular,  que alberga el altar donde se oficia misa. Viene  precedido por un arco de medio punto que remata la nave central, arco triunfal que recuerda a los arcos del triunfo romanos y es alusión al triunfo de la Iglesia. Tiene un eje longitudinal desde la entrada hasta el altar con el "Camino hacia Dios".
En el exterior, se emplea mortero y ladrillo. Los muros son lisos y sin ornamentos. La cubierta es de madera a dos aguas.


11. CRISTO PANTOCRÁTOR (IGLESIA DE LA MARTORANA)

El nombre de la obra es Cristo Pantocrátor, se encuentra en la Iglesia de la Martorana en Palermo, Italia. Data de entre los años 1146 a 1147, y se lleva a cabo según las normas del arte bizantino. Ésta época fue duramente afectada por las guerras iconoclastas : aquellos que sentían aversión por las representaciones humanas de carácter religioso se opusieron a los que las defendían. La crisis iconoclasta la inició León III y durante un siglo la cruz desnuda fue el único motivo de representación. En el arte bizantino se adoptó el mosaico como revestimiento mural y se fijó una iconografía oficial en la que cada asunto tenía un lugar en el templo. Ésta obra corresponde a la "Segunda Edad de Oro" de la decoración musivaria, donde varía la localización de los mosaicos en el templo según su importancia, así el Cristo Pantocrátor pasa a ocupar la cúpula. Las figuras pierden hieratismo, sufren cierto alargamiento y ejercen funciones didácticas, y sobre todo simbólicas.

Nos encontramos frente a la Maiestas Domini que representa a Jesús todopoderoso en actitud de bendecir al mundo, al mismo tiempo que vemos a Dios como Juez de las obras humanas al presentar un rostro serio y sereno. En la posición central aparece representado el Pantocrátor sentado en el trono. Viste una túnica de color gris a la que se sobrepone un manto de color azul. La figura mayestática muestra a Cristo con la mano derecha levantada impartiendo bendición y teniendo las Sagradas Escrituras en la mano izquierda. Está enmarcado en la mandorla y flanqueado por las abreviaciones IC-XC a cada lado de la cabeza, que representan las palabras "Jesús" y "Cristo", respectivamente. Se da una representación plana, con ausencia de volumen y profundidad. Cristo entronizado aparece rodeado por el Tetramorfos, una representación simbólica de los cuatro apóstoles.


12. EMPERATRIZ TEODORA Y SU SÉQUITO

Concretamente en el retrato de Teodora se puede apreciar la fuerte personalidad de la emperatriz, que curiosamente era una artista circense y que por lo mismo no tuvo fácil poderse casar con el emperador, lo que consiguió finalmente gracias a la promulgación de una ley que permitía el matrimonio entre clases sociales diferentes. Una vez en el poder, fue ella y no Justiniano, quien asumió las riendas de la autoridad, y de hecho fue ella y no su marido quien aplastó la rervuelta Niká. A ella también se le debe un amplio acopio legislativo que protegía ampliamente los derechos de la mujer, y se dice que era la emperatriz la que dirigía en la batalla a Belisario, el gran general, lugarteniente del emperador. Por tanto fue una mujer de gran influencia política y de enorme peso en la corte de Justiniano.
En el retrato del mosaico que estamos analizando no es por ello de extrañar que la emperatriz se represente en igualdad de condiciones al emperador: en el mismo lugar, las paredes laterales del ábside de la iglesia, y con la misma idealización, que parece alejarla de la realidad tangible. Contribuyen a ello una serie de convencionalismos característicos del mosaico bizantino: isocefalia; frontalidad; pies en "V"; horror vacuii; movimientos reiterativos en todos los personajes; hieratismo y rostros indefinidos en el séquito; colores planos; perspectiva "Ptoloméica", de líneas divergentes; impenetrabilidad de los rostros; mayor canon de Teodora, como símbolo de autoridad y de importancia personal en la corte; y ausencia de movimiento, como se se hubieran petrificado las figuras.
En última instancia, el autor pretende desmaterializar las imágenes en un intento de representar lo sagrado. A pesar de ello, no quiere sin embargo olvidar que se trata de figuras humanas y así hay que valorar el esfuerzo realista que se desarrolla en algunos detalles, la exactitud minuciosa del vestuario, y el interés por representar con fidelidad y riqueza plástica el valor del oro, la plata, los cristales vidriados, las joyas, etc. Lo que le da a todo el conjunto una sensación de solemnidad y suntuosidad excepcionales.
Se podría decir en el caso del retrato de Teodora que que ésta parece más acusadamente bizantina, con más lujo, más variedad cromática e interés por representar toda la moda orientalizante: Mantos coloristas, collares abundantes; joyas en abundancia y un aire patente de lujo y ostentación. El rostro es plano y muy sumario, aunque expresivo (ojos muy abiertos).





No hay comentarios:

Publicar un comentario