Comentarios arte romano

1. Ara Pacis de Augusto
2. Augusto de Prima Porta
3. Anfiteatro Flavio
4. Puente de Alcántara
5. Panteón de Agripa
6. Maison Carrée





1. Ara Pacis de Augusto



CLASIFICACIÓN
Relieve del Ara Pacis de Augusto. (13-9 A de C.). Roma. El “Altar de la Paz” fue promovido por el Senado romano para conmemorar los triunfos del emperador Augusto en Hispania y la Galia. Se situó en el Campo de Marte. El estilo histórico es el del relieve conmemorativo romano, dentro de la época del Alto Imperio. Se trata de uno de los relieves realizados en mármol blanco que decoran el exterior del altar.



ANÁLISIS FORMAL Y COMENTARIO

El ara se alza sobre un alto pedestal escalonado, dentro de un recinto murado de 11 por 10 metros, casi cuadrado, y con dos puertas de acceso, una al este y otra al oeste. El interior está decorado con relieves de guirnaldas de frutos y flores, símbolo de la prosperidad. En los relieves exteriores encabezaba Augusto una larga procesión que, como la de las Panateneas en el Partenón, se dirigía en dos columnas a la puerta del templo. En los relieves se podía ver al Princeps, a su familia, a sus amigos y colaboradores -Mecenas entre ellos- dirigiéndose al sacrificio en solemne cortejo. Un senado agradecido y un pueblo regenerado asistían al acto, realizadas las escenas con un sobresaliente naturalismo, aunque en un contexto de serena idealización. En los frisos laterales se representa la procesión de la familia imperial y otras personalidades (magistrados, senadores, sacerdotes, etc.), que desfilan silenciosamente, imbuidos de una severa gravedad.

La procesión se enmarca en un espacio rectangular y de forma apaisada; en él, la perspectiva y el uso de distintos planos de intensidad en el relieve y modelado de las figuras, le permiten al autor representar de forma jerarquizada a estos personajes; en un primer plano los principales, en planos inferiores los secundarios. La procesión cívica no resulta pesada, a pesar de la solemnidad y gravedad del acto, ya que los personajes dialogan entre ellos y se relacionan de manera dinámica. Los niños, situados en el primer plano de la composición, sobresalen más y convierten sus pies en anécdota. Las figuras, en su conjunto, han sido representadas de forma naturalista, aunque algo idealizadas, y están individualizadas (son retratos), pudiéndose distinguir a Tiberio, Augusto y a su esposa Livia. Los personajes así representados siguen la tradición romana del retrato, tan importante en la representación de los personajes públicos. Los paños han sido tratados con naturalidad, acentuándose así el naturalismo de la composición.
La obra propuesta tiene una clara intencionalidad política y una función propagandística, además de conmemorativa. La fundación del imperio adquiere carta de naturaleza en este altar, donde simbólicamente se recrea la consagración de la paz. Hay que recordar que el primer emperador puso fin al período de guerras civiles iniciado tras el asesinato de Julio César y que sus campañas militares contribuyeron a sentar las bases de la “Pax romana”, clave en la prosperidad del imperio y en su afianzamiento posterior. Con Augusto se iniciaba una nueva “Edad de Oro” y el Senado y el pueblo de Roma quisieron mostrarse agradecidos.
Los autores de estos relieves se inspiraron en los modelos de la época clásica griega, especialmente en los solemnes frisos (relieves) procesionales realizados por Fidias en el Partenón. 
 

CONTEXTO HISTÓRICO

Era el año 13 a.C. Los recientes triunfos de Octavio, que será el primer emperador romano, en la pacificación de los territorios de Hispania y Galia, llevarán al Senado a promover la realización de esta obra, dotada de un profundo contenido simbólico y propagandístico. El primer emperador será comparado con Eneas, mítico fundador de Roma, y con él la ciudad entrará en una nueva Edad de Oro, que será cantada, entre otros poetas, por Virgilio. El nuevo gusto por el mármol, las formas del relieve y los detalles de la vestimenta, definen el clasicismo propio de estos primeros tiempos del imperio. Esta obra recuerda los frisos del Partenón realizados por Fidias en el s. V a de C.

El relieve conmemorativo romano, caracterizado por su carácter narrativo, recrea con gran realismo y vivacidad escenas (históricas) que subrayan la grandeza del imperio. Estos relieves se esculpen en grandes monumentos conmemorativos, como la obra comentada o en columnas conmemorativas y arcos de triunfo. Los relieves se subordinan a los monumentos arquitectónicos en los que se hallan, por lo que el autor ha de adaptar la escena y la narración al marco arquitectónico.

La influencia de este tipo de obras será enorme en la Historia del arte, ya que a partir del Renacimiento se recuperarán las formas descriptivas del
Relieve clásico.


2. Augusto de Prima Porta



Ficha técnica: Augusto de Prima Porta. Obra de Autor desconocido de hacia el 19 a.C. aunque la copia data del 14 d.C. Obra perteneciente al arte romano de época alto-imperial (dinastía Julio-Claudia). Actualmente se encuentra en los Museos Vaticanos.

Análisis de la Obra : Esta obra de bulto redondo realizada en mármol se trata de una copia realizada tras la muerte de Augusto de un retrato original en bronce. Esta copia fue hallada en la Villa de Prima Porta a las afueras de Roma, donde residió Livia, la viuda del emperador.

Comentario: Aparece representado Augusto de cuerpo entero, vestido con túnica sobre la que lleva una coraza musculada y un paludamentum o manto que rodea su cadera y sostiene con el brazo izquierdo mientras levanta el brazo derecho en actitud de arengar a las tropas. Con la mano izquierda sostiene el bastón consular.
El Augusto de Prima Porta se inspira claramente en el Doriforo de Policleto como se puede observar tanto en las proporciones de la escultura como en la posición que adopa al apoyar el peso del cuerpo sobre la pierna derecha mientras dobla y retrae la izquierda (contrapposto).
Hay que ver en esta obra una intencionalidad política de propaganda como podemos observar en los relieves representados en la coraza donde, bajo la representación de la bóveda celeste aparece Tiberio, hijo de Livia e hijastro y sucesor de Augusto, recibiendo de los partos las águilas e insignias arrebatadas a las legiones romanas al mando de Craso. Así mismo, a ambos lados aparecen representadas las alegorías de las dos provincias incorporadas recientemente al Imperio como eran la hispania (a la izquierda) y la Galia (a la derecha). En la parte inferior se observa a la Madre Tierra con Rómulo y Remo y el cuerno de la Abundancia, escoltados por Apolo y Diana. Así mismo bajo los pies de Augusto aparece una representación de Cupido cabalgando a lomos del delfín (alegoría de Venus). Independientemente de servir de punto de apoyo a la escultura hay que ver de nuevo en este pequeño grupo escultórico una intencionalidad propagandística, pues si bien en los relieves de la coraza se muestra a Augusto como pacificador del Imperio con el grupo de Cupido y el delfín se remite a los orígenes divinos de la familia Julio-Claudia emparentada con Venus a través de Eneas. Así mismo, el hecho de que aparezca Augusto con los pies descalzos, cosa que en la obra original en bronce no sucedía nos informa sobre la consideración que recibe Augusto como dios y nos informa sobre la fecha de la obra posterior a la muerte de Augusto pues éste no fui divinizado hasta su muerte.
Por último decir que la obra está profusamente labrada en su cara frontal mientras que la posterior apenas está acabada debido a que la obra fue esculpida para situarla contra la pared.

Conclusión: Con esta Obra se inician los retratos imperiales como elementos de difusión de la imagen del emperador a lo largo del Imperio así como elemento de propaganda y legitimación del poder imperial.


3. Anfiteatro Flavio o Coliseo


El Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo, es una obra maestra de la arquitectura romana. Se le conoce de esta manera por la colosal estatua de Nerón emplazada en sus aledaños. Se encuentra en Roma y cuenta con un aforo máximo de 50000 espectadores. Está construido en hormigón, piedra y ladrillo, y revestido de mármol. Se desconoce el arquitecto, pero lo mandó construir Flavio Vespasiano entre los años 72 y 80 a.C. y finalmente fue acabado por Tito.

Como material constructivo, se usaron ladrillos y hormigón en la estructura, la cual era posteriormente recubierta con mármol. Para su construcción, los romanos emplearon poleas, subiendo así los materiales a los distintos pisos.

Su planta tiene forma elíptica, lo cual es el resultado de la unión de los dos semicírculos.
En su interior podemos diferenciar dos partes: la primera e inferior, construida con madera y tapada con arena. Debajo se encontraban dependencias para los heridos, las fieras, y a veces esto se tapaba herméticamente y se llenaba de agua la dependencia superior, empleándose para las batallas navales. La segunda parte es la cavea, el graderío dividido en varios pisos para albergar gran cantidad de espectadores. Se comunicaban entre sí mediante corredores cubiertos por bóvedas de cañón y de arista. A ellos se accedía a través de los vomitorios. Cada clase social gozaba de un lugar en las gradas, jerarquizado de más a menos prestigio.

En los cuatro pisos que apreciamos, imperan distintos órdenes: toscano (variante romana del dórico griego), jónico corintio y compuesto (mezcla de jónico y corintio). En las arcadas de los pisos intermedios se erigen estatuas.

El anfiteatro romano adopta características griegas. Es la fusión de dos teatros, donde se ofertaban al público variados espectáculos.

Sin duda, el Coliseo se convirtió en uno de los más vistosos e importantes símbolos del Imperio Romano. Fue un lugar de reunión para el pueblo romano, que había demandado su construcción. El romano era un pueblo de gran gusto por el espectáculo, sobre todo el bélico. Afectó significativamente su prohibición en siglos posteriores.

Es una muestra una vez más de la grandeza del Imperio; al ver tanto su fachada como su interior, podemos ver la enorme ingeniería arquitectónica que destacaba en la zona central de la Penínsulta Itálica. Trataban de convertir a Roma en el "centro del universo", tarea llevada a cabo mediante colosales construcciones, a la vez que bellas para el ojo humano.

4. Puente de Alcántara



      Los romanos eran más ingenieros que artistas, prevalecía en ellos lo funcional frente a lo meramente estético. Destacaron en las grandes obras de carácter público, que ofrecían la necesaria infraestructura a su Imperio: puertos, pantanos y acueductos para abastecer de agua a las ciudades, calzadas, etc.

      La gran empresa imperial de los romanos requiere excelentes vías de comunicación, sin ellas no se puede mantener el imperio. Estas calzadas debían franquear grandes obstáculos tales como los ríos, y lo consiguieron con magníficos puentes como este de Alcántara.

Desde la importante Vía de la Plata, que unía Cádiz con Galicia y pasaba por Mérida, un ramal secundario conducía a Coímbra. Y para eso era necesario salvar el río Tajo, así en el año 105 se construyó este puente, en honor de Trajano, por el arquitecto Cayo Julio Lácer.

Construido con sillares almohadillados de granito, salva una distancia de 194 m., con una altura máxima de 48 m., por medio de 6 arcos de medio punto, que están apoyados en siete gruesas pilas de hasta 9 m. de grosor, rectangulares y aproadas en sentido contrario a la corriente. El vial discurre perfectamente horizontal, y sobre los machones del pilar central se levanta un simple arco conmemorativo de 10 metros de altura, con el que los municipios lusitanos cercanos dedicaron la obra a Trajano.

Junto al puente se levantó al mismo tiempo un pequeño edículo o templete in antis dedicado al propio puente divinizado (o a su genio). Es un culto especial de agradecimiento.

      El puente se encuentra muy cercano a la localidad que le da nombre, en la provincia de Cáceres.




5. Panteón de Agripa


FICHA TÉCNICA: 
La obra que a continuación vamos a comentar es un templo excepcional, conocido por el nombre de Panteón de Agripa. Su nombre nos habla de su función, la de servir de templo en honor de todas las divinidades romanas, y el hecho de que se identifique la obra con Agripa, el yerno de Augusto, hace alusión al primitivo templo sobre el cual fue levantado el actual, entre el 118 y 125, bajo el mandato del emperador Adriano. La obra se atribuye a Apolodoro de Damasco y es un ejemplo de la monumentalidad que alcanzó la arquitectura romana en época imperial.


ANÁLISIS: 
Los romanos parten de la influencia griega, si bien inmediatamente supieron ajustar dicho estilo a sus propias necesidades e intereses. Así este templo se caracteriza por la excepcionalidad de aunar en un mismo edificio dos plantas que hasta ese momento eran antagónicas: la planta rectangular y la circular. Así al templo se accede por un pórtico octástilo de orden corintio coronado por un frontón triangular a la manera clásica,. Por el se accede a un vestíbulo o pronaos de tres naves separadas por columnas, terminando las laterales en dos nichos mientras la nave central desemboca en unas grande puertas de bronce que dan paso a la cella. Ésta, de enormes proporciones, se caracteriza por su forma circular y está coronada por una enorme cúpula de 32 metros de diámetro y 43,2 metros de altura. Los materiales utilizados son el hormigón y el ladrillo, materiales ligeros que permitían levantar construcciones de tales dimensiones si bien de aspecto pobre que obligaba a recubrirlo con estuco y mármoles. La cúpula descansa sobre ocho grandes pilares entre los cuales se abren capillas dedicadas a los dioses.
la cúpula se decora con cinco anillos, cada uno oradado con veintiocho casetones mientras en el centro de la cúpula se abre una gran claraboya que permite iluminar el edificio.


COMENTARIO: 
Sin duda estamos no sólo ante el templo mejor conservado de la Antigüedad, debido a su uso constante primero como templo pagano y posteriormente como cristiano, sino ante uno de los edificios más imponentes del arte romano. En él se aunan sistemas constructivos novedosos como la enorme cúpula y presenta la originalidad de conjugar en un mismo edificio las formas tradicionales con las más novedosas. Antiguamente el templo formaba parte de una plaza porticada a la que se accedía por un pórtico que sólo dejaba ver la fachada del templo de manera que cuando se entraba dentro del mismo el efecto producido por su cella circular y su enorme cúpula debían causar sorpresa. Se trata de un edificio con numerosos elementos simbólicos relacionados con su función de manera que la cúpula se identifica con la bóveda celeste surcada por cinco anillos que simbolizan los cinco planetas conocidos y veintiocho casetones que representan cada uno de los días del calendario lunar. La claraboya del centro simbolizaría al Sol que situado en el centro del universo rige el mismo.


CONCLUSIÓN: 
Como ya hemos comentado, estamos ante un templo excepcional tanto por su monumentalidad como por su estado de conservación y originalidad. Fue el mayor edificio abovedado de la antigüedad y se convirtió en un referente a imitar en edificios posteriores como santa Sofía de Constantinopla o la arquitectura del renacimiento o Neoclásica.


6. Maison Carrée de Nimes


Este edificio que ha resistido de manera admirable el paso del tiempo ha sido empleado como sede del ayuntamiento, mansión particular, iglesia católica, sala de reuniones, almacén y tienda, museo local y, actualmente, sala de exposiciones. Incluso he leído alguna vez que quizás debió emplearse como mezquita, aunque esto sea a todas luces exagerado. En cualquier caso, este uso continuado y diverso es el que ha permitido (paradojas de la vida y del arte) que tras algo más de dos mil años de existencia siga en pie y no sea una pura ruina, haciendo evidente el destino al que originariamente fue dedicado: un edificio del culto romano.Estamos hablando de la Maison Carrée de Nimes (Francia), la casa cuadrada, aunque su planta sea obviamente rectangular. Situado en lo que debió ser el foro de la ciudad, su construcción, llevada a cabo entre los años 16 y 12 a.C. fue ordenada por Marco Agripa y debe enmarcarse en el amplio proceso de organización y romanización del territorio de las Galias que se desarrolló en el último momento de la República Romana y durante los primeros años del principado de Augusto, a cuyos nietos Lucio y Cayo fue dedicado.Podemos considerar este edificio como uno de los prototipos del templo romano, inspirado en los modelos griegos de época clásica y helenística. De dimensiones medianas (mide 26 metros de longitud por 15 de anchura), se trata de un templo próstilo y hexástilo, levantado en orden corintio. Es también pseudoperíptero, ya que aunque aboservamos columnas en todos sus lados, éstas se hallan embutidas en un muro perimetral, salvo (lógicamente) en el caso de las de la única fachada del templo.

Por otra parte, el edificio muestra algunos rasgos propios de la arquitectura templaria romana. Destacan, entre ellos, la sustitución del estilobato característico del templo griego por un elevado podium de paredes verticales, que sólo presenta una escalinata de acceso en el lado de la fachada principal. Tras ella, se accede a un pórtico que a su vez da paso a la cella o capilla, en este caso, un espacio único, sin compartimentación en naves. Toda la obra es de mármol y hemos de lamentar que no haya quedado ningún rastro de la decoración de los dos frontones del templo.

Sin embargo, se conserva en excelente estado la decoración de carácter vegetal que embellecía el edificio. No se trata sólo de las de hojas de acanto finamente labradas de los capiteles corintios, sino de los elementos de tipo floral que encontramos en el friso, en la parte inferior de la cornisa y en los casetones del pórtico. 






Toda este repertorio guarda claros paralelismos con el que, por la misma época se estaba colocando en el Ara Pacis de Roma.

1 comentario:

  1. Hola muy interesante, yo he encontrado una web que de apuntes selectividad la romanización que quiza le pueda ser interesante a alguien

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